martes, 15 de julio de 2014

CRÍTICA DE TEATRO - EL VIAJE DE LOS CANTORES

Puebla, Pue. 12 de septiembre de 2008



El viaje de los cantores

Dice el dicho: !Cuando el tecolote canta, el indio muere! En el camino pal’ norte un tecolote me hablo, me dijo muchacho de nube ¿En donde dejaste tu amor?... Una troca pintada de roja, un coyote que me haga un favor... Le rezo al San Juan de mi tierra, le rezo que tenga valor. Si llego a caer en el norte, que manden mi cuerpo en su honor, que manden mi cuerpo en su honor… Así canta Lila Downs el amargo peregrinar de los mojados de nuestra tierra y en el viaje de los cantores de Hugo Salcedo es posible darse cuenta que lo único que acompaña a los mexicanos hasta el último momento es precisamente eso, el canto. En Espintla un viejo rancho enclavado en la montaña aún queda una vieja ciega y loca, que se cree cuerda y que acompaña sus días con la música del campo como su única misa y ofrenda.

Anunciada como una pieza didáctica con duración de una hora quince minutos, bajo la dirección de Cristina Flores, la generación 2005 del Colegio de Arte Dramático de la BUAP, presentó ésta obra del prestigiado dramaturgo Hugo Salcedo.   

Debo admitir que la situación del país no esta para cantar, pero en esta ocasión los decorados están muy apegados a la propuesta que hace algunos años vi en el Distrito Federal. Sobresale el uso del multimedia que según nos contó la directora del montaje proyecta un recorrido por la frontera con nuestros vecinos del Norte. El vestuario forrado de plástico para mi gusto es un exceso que le otorga a la obra cierta armonía marginal, que denota una búsqueda forzada del símbolo que se confirma en la propuesta corporal arquetipo del "indio" y "el peladito".

El elenco lo componen: Mónica Ponce Márquez, Leticia Campos Vázquez, Thania Cortés Domínguez, Aurelia Velásquez Méndez, Rocío J. Meneses Reyes, Claudia Caicedo Vilariño, Rafael Pérez de la Cruz, Yussel Ochoa Camacho, Daniel Hernández Santa María, Jonathan Jiménez Vergara, Juan Gabriel Ramírez Rosales y Armando Sánchez Tenorio quienes juntos hacen de esta pieza una propuesta escénica que hay que ver.    

Quiero enmarcar el trabajo de Claudia Caicedo y Thania Cortés ya que muestran una mayor aproximación a sus personajes, sin el demérito del resto de la compañía, puesto que casi todos lograron mantener al público atento en la historia.

El personaje del "Mosco" sobreactúa, tiene ciertos clichés que tienen que ser erradicados de una actuación que se diga de un teatro universitario profesional. Armando Sánchez y en especial Jonathan Jiménez me sorprendieron con su profesionalismo en el escenario.    

Esta obra se estará presentando los días 18, 19, 25, 26 de septiembre, 2 y 3 de octubre de 2008. Con un costo módico de 10 pesos en el salón de usos múltiples del CAD, 10 oriente # 415, Centro Histórico.

Queridos lectores me despido con este rezo: No más uno crea y emprende su propio camino. El camino hacia el teatro... ¡No! Más bien el teatro es el camino.

Claudia Caicedo Vilariño foto: Héctor U. García

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