Puebla, Pue. 22 de agosto de 2008
Mockinpott
Ya lo advertía el programa de mano que este
proyecto teatral había costado lágrimas, sudor y sangre, sin embargo para los
descreídos como yo esto nunca es suficiente, siempre pedimos mirar por nosotros
mismos para ver si es cierto. ¡Cierto es! Hacia tiempo me habían
hablado de la obra de Mockinpott, pero por cuestiones paralelas no fue si no
hasta el fin de temporada que pude verla, para luego entonces criticarla.
Alguna vez te has preguntado ¿Que es el teatro? Ni los más eruditos en la materia parecen tener una respuesta que nos satisfaga.
José Carlos Alonso
Hernández da la tercera llamada, lee el programa de mano y con ello el evidente inicio de la puesta en escena, antes ya la escenografía desde que entramos al foro nos ha dado la bienvenida, no va más allá de 5 pares de
zapatos, como extraño presagio de lo que veremos.
Mockinpott es un pobre miserable que un día
salió por el periódico y le tocó ser la presa del día... Asunto que no termina de entender
y para el cual exige una respuesta, pese a que acude a todas las instancias posibles
para obtenerla, tarda en descubrir que el verdadero motivo de todos sus males es: "el
deber ser". ¿Por qué un hombre tiene que hacer lo que le dictan todos los demás? Sí intentamos responder a esta pregunta
entonces padeceremos la tragedia de Mockinpott, pues en la vida desde que
nacemos estamos sujetos a las leyes del hombre y la naturaleza. Pero no se
asuste apreciable lector siempre existe una esperanza. Las leyes se han hecho para quebrantarse. !Nada más aténgase a las
consecuencias! Como quien dice para que le busca tres pies al gato.
En esta adaptación de la obra de Peter Weiss
hecha por la maestra María Pankova y Guillermo de León lo más sobre saliente es el
trabajo de laboratorio que José Carlos Alonso director del montaje ha
logrado con el elenco conformado por: Eduardo Rodríguez, Alma López, Lisha
Montaño, Josué Almanza y Alejandro Arenas.
Pues desde que aparecen es muy clara la entrega corporal y el desgaste espiritual a manera de purga que perdura hasta el
final. Si bien no todos los
actores logran alcanzar una comprensión total de su propio trabajo en la escena, es muy plausible su disposición por conseguirlo. Es casi una
ironía pero estoy seguro que eso buscaba el director, someter
a sus actores a cumplir con acciones que no siempre se entienden pero se tienen que cumplir, en este caso
para contarnos la vida y el mensaje de Mockinpott.
Vaya ensalada de locos
la que los actores nos ofrecen. Deben estar muy dispuestos cuando se muerden
los dedos de los pies cual si fueran unos deliciosos dulces o babean como
neuróticos. No paran de estar brincando, bailando, cantando o haciendo todo
para mantener un ritmo acelerado dentro de la obra, en pro de una teatralidad que al final de cuentas
remite al espectador al caos actual en el que se vive, claro siempre con su pizque de
humor negro e ironía.
La puesta en escena de Mockinpott se
presentó en el Centro para las Artes TETIEM, ubicado a una cuadra de la famosa fuente-glorieta de la china poblana. El TETIEM como ya es costumbre
siempre nos sorprende con su original propuesta, con una cartelera atrevida y refrescante, con un particular enfoque respecto del resto del quehacer teatral en Puebla.
¿Quién dice que funcionamos por obligación? ¿Cuestionarse no es de humanos? y en tal caso: ¿De que sirve hacernos preguntas si
nadie nos otorga respuestas? En este mundo tercermundista del que somos parte, todo
ocurre sin que realmente pase algo. Lo que sí da gusto es presenciar un final
de temporada con público, aunque la mayoría sean viejitos de la tercera edad.
| Elenco de Mockinpott |
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